De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), la educación financiera en México permite que los consumidores mejoren su conocimiento sobre los productos, servicios, conceptos y riesgos financieros, desarrollando y fortaleciendo las habilidades para obtener mayores oportunidades financieras. Esto funciona para incrementar, proteger y multiplicar sus ingresos con el uso adecuado y responsable de las herramientas financieras.
Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la inclusión financiera comprende el acceso y utilización de los servicios financieros bajo una regulación apropiada. Se debe fomentar la educación financiera para mejorar las capacidades en todos los segmentos de la población para un mayor beneficio del consumidor.
Producir un gran alcance en favor de la educación financiera es una tarea urgente y necesaria por varias razones:
Falta de preocupación en el conocimiento financiero
Esto tiene una serie de consecuencias adversas para las personas, como el endeudamiento excesivo, la falta de ahorro para el futuro y la poca claridad sobre los beneficios que puede ofrecer una inversión, la adquisición de activos o la educación de los hijos.
Falta de información
Además del escaso acceso al sistema financiero, se fomentan distintos servicios financieros informales (tandas, ahorro bajo el colchón), con frecuencia, que no ofrecen grandes beneficios y a costos elevados.
En México, se debe enfrentar el reto de la educación financiera para que la población pueda alcanzar una mejor calidad de vida, implementando una mejor administración en los ingresos. También facilita las herramientas para una toma de decisiones más conveniente, lo que da lugar a un mejor uso de los productos y servicios financieros.
Algunos beneficios de la educación financiera:
- Los consumidores emplean una mejor administración en sus ingresos, lo que normalmente se traduce en un mayor nivel de inversión y crecimiento en su economía.
- Genera un intercambio de información de mayor calidad entre las instituciones financieras, sus plataformas digitales y los usuarios.
- Los usuarios demandan servicios que se ajusten a sus necesidades y la institución financiera tienen un mayor conocimiento de la necesidad del usuario. Esto da como resultado una mayor oferta y un mejor desarrollo de productos y/o servicios financieros, aumentando la competitividad en el sector.